Todo pasa y todo queda, decía Machado... Parece que las semanas pasadas han estado juntando material para recordar, entre vivencias misioneras en calles de barro y casas de caña, rostros sonrientes y miradas profundas, visitas casa a casa y oraciones de la noche interminables... como no recordar esos retiros de Semana Santa en Farellones o Bellavista, las misiones de la Católica, el fuego en el corazón...
Hacer memoria es intrínsecamente humano... como lo que se despierta al escuchar música cantada por voces españolas, o ver un DVD de unos locos subiendo el cerro El Plomo, o admirar la naturaleza de esos paisajes sureños que deben estar otoñeando, o repasar fotos o releer escritos, o respirar los aromas de un jardín de recuerdos... Tan humano que hasta el Hijo de Dios quiso hacerlos suyos y enseñarnos a hacer memoria como el mismo Dios es memoria... sin que nada se pierda u olvide, sin que nada carezca de sentido. "Haced esto en memoria mía"... dijo, y se entregó en nuestras manos para ser suspendido entre el cielo y la tierra.
Memoria viva y que se vive en el hoy de nuestra experiencia, en el ahora de esa semana mayor que es el paradigma de cada semana nuestra... que nuestro sentido y nuestro entendimiento quieren abrazar para que la Vida vuelva desde la semilla enterrada. ¡Qué haríamos si no pudiéramos emocionarnos con las huellas del camino, con las llagas del crucificado, con los signos que dejó para que lo descubramos vivo! ... ¡Viva la melancolía!
¡Feliz Pascua de Resurrección!
Ramos y aclamaciones abriendo la Semana Santa misionera Guale 2007
Un pobre jamelgo que tuvo que ir al kinesiólogo varios días por el honor recibido...
La Luz brilla buscando corazones que velen en la noche y se sienten a la mesa con Él.
"¿No ardían nuestros corazones mientras nos hablaba en el camino?"
