año viejo

 En la tierra media, la ciudad junto al gran río se apresta para dejar el año que va poco a poco gastando sus últimos minutos.

 Como en muchas otras latitudes el fuego y el agua se unen para marcar la renovación y llegar a lo nuevo. Antiguos ritos con modernas técnicas y ornamentaciones.

También en el santuario se verá surgir luces de festejo tras la última misa del año. Junto a la madre de Dios y de todos, reina del cielo y de la tierra, señora de las estrellas y del universo mundo, imploramos para la humanidad: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz".

Nochebuena en el santuario

Tu santuario es nuestro Belén

en cuya aurora Dios se regocija.

Con alegría sumerge nuevamente

al Señor en mi alma, y, al igual que tú,

me asemeje a Él en todo;

hazme portador de Cristo a nuestro tiempo

para que se encienda

en el más luminoso resplandor del sol.

(Padre José Kentenich, Hacia el Padre 186 y 189)

colores por adviento

Corren los días y todo se viste de adviento, se adornan las casas y también la naturaleza, son guirnaldas naturales de la temporada, adornos para los árboles mejores que los que se pueden comprar, nos muestran que la tierra anhela la lluvia, se prepara, es una aclamación callada, un cántico interior que se eleva como salmo hacia el cielo, pidiendo que se abra para darnos su promesa, al  prometido. Citando el salmo 95:

Cantad al Señor un cantar nuevo,

que toda la tierra cante al Señor.

Cantad al Señor, bendecid su nombre,

proclamad día tras día su salvación.

Que se alegren los cielos y se regocije la tierra,

que resuene el mar y cuanto lo llena,

que exulten los campos con todos sus frutos,

que griten de júbilo los árboles del bosque,

ante el Señor, que viene a gobernar la tierra:

gobernará el mundo con justicia,

a las naciones con fidelidad.

... en medio del adviento en la tierra media

Comienza otro domingo en la tierra media, es el tercero de adviento que nos invita a estar alegres... y lo repite, "estad alegres, el Señor está cerca". Ya a medio camino de la Nochebuena, este corresponsal recuerda un cuarto de siglo atrás su alianza de amor con María; la graduación de su hermana y la corta noche después de la fiesta, la salida madrugando para llegar a Bellavista a misa de 9 am donde treinta soñadores querían unir sus corazones con la flor más bella de la humanidad, así se lo había pedido el mismo Dios y ella dijo Sí, cómo no lo íbamos a hacer nosotros. Siempre es una luz que brilla en caminos oscuros y lo sigue haciendo 25 años después. Como en este año jubilar 2014, como en este domingo Gaudete del adviento, como siempre... Per Mariam ad Iesum...