miércoles, diciembre 26, 2012

navidad

Ha llegado la navidad a pesar de tantas amenazas sobre el 2012. Un día sigue al otro como dice Eclesiastés, sin que se pueda detener, como los ríos van al mar...

Podrán esconder el mensaje, podrán velar los hechos, podrán tratar de darle otros sentidos y significados, pero no se puede... el nombre lo dice, las vivencias lo expresan, los anhelos lo evocan, los sentimientos lo atesoran. Eso es navidad, tan sencillo y evidente como encontrar al niño en brazos de su madre. Nos espera, lo buscamos. Encuentro de amores.

jueves, diciembre 20, 2012

secuencia desde la ventana del auto

Avanza la tercera semana de adviento, el domingo "gaudete" trajo la alegría de cumplir 24 años de alianza. Muchos signos avivan la esperanza, como los árboles y flores o las sonrisas de los niños, consignados anteriormente. Hoy queremos recoger la fugaz alegría de una visita, no solo los familiares que acuden desde el sur a compartir las bondades de la tierra media, sino uno de sus habitantes más pequeños, casi un abrir y cerrar de ojos. Llegando al estacionamiento ya cayendo la tarde, antes de bajar del auto, llega el visitante que aparece y desaparece en una planta de macetero del jardín. Es el pájaro azul que tantos persiguen como al arco iris, parando levemente ante el asombro del corresponsal. Una secuencia de celular sin siquiera abrir la ventana captura el momento. Después ya pasó, pero quedó en la retina y en la memoria del microdisc. Alegría, qué bien hacer la experiencia. Repasarla luego ayuda a seguir el camino. Ya falta menos, llegará cuando menos lo esperemos. Las aves del cielo se alegran, cuánto más nosotros...




sábado, diciembre 15, 2012

colores de adviento

Avanza el adviento, ya segunda semana, vamos de vuelo... La tierra media se viste de colores que anuncian la venida del prometido. No el final de la era maya tan curioseada y temida, sino de Él, siempre nuevo y siempre el mismo, tan ausente y tan presente, alfa y omega, raíz y brote, Emmanuel, Adonai, Hagia Sophia, Soter... Se nota su cercanía, se abre paso entre la sequedad de la tierra, hace falta que se abran las nubes y que llueva el Salvador. Corre la semana y las calles llenas de gente corriendo no se dan por enteradas, mientras que la naturaleza, sí. Abrir los ojos para ver la llegada de su consuelo, sin temor, sin oscuridad, luz que no se deja velar. ¡Todos la verán!



guardamos el fuego

guardamos el fuego