miércoles, noviembre 29, 2006

Llueve...

Llueve… cantaba Serrat con sones melancólicos que despertaban recuerdos de otoños e inviernos idos, de paisajes lejanos con álamos al viento y el cielo gris con nubes bajas tapando la cordillera nevada. Estando en Alemania era fácil volverse a la ventana para añorar momentos entrañables junto a una chimenea en el sur de Chile. La costa de la Tierra Media no se presta para tales accesos de melancolía, su temporada seca trae soles implacables como los del verano santiaguino, a pesar de tener también bosques sin hojas esperando las lluvias que renovarán de verde el paisaje pardusco.

Hoy amaneció lloviendo, con el consabido frescor en el ambiente, mientras termina la temporada seca –llamada “verano” por los locales- y comienza la temporada húmeda y cálida –curiosamente denominada “invierno” por sus lluvias- que desencadenará varios meses de días agobiantes por la sensación térmica, los grillos metiéndose en todas partes y las nubes de mosquitos.

Llueve… y no tiene nada de melancolía.

martes, noviembre 21, 2006

Desde lo profundo...

En todos los caminos, sea cual sea el paisaje o latitud que recorramos, vamos librando una batalla en lo profundo de la realidad. Si la oscuridad es objetiva, si las tinieblas ocupan sólo parajes subjetivos de nuestro ser, no importa. La pelea es real, con escaramuzas en terreno público, lucha valórica; con enfrentamientos que sacuden las fundaciones de nuestro mundo, lucha interior. Lo cierto es que no estamos para lamentaciones o evasiones, estamos para llevar en alto la bandera, para decidirnos a utilizar bien el tiempo que nos es concedido, para llevar con nosotros la luz que ilumine lugares oscuros...

martes, noviembre 07, 2006

6 meses...

... ya desde el cruce de los Argonath, teniendo los Andes a la derecha y el Pacífico a la izquierda. Establecerse en la costa de la Tierra Media, conocer los diferentes pueblos que la habitan, recibir noticias y saludos desde el sur profundo, mirar hacia lo alto y hacia adentro para mantener viva la llama del fuego secreto, signo de la predilección del Altísimo y de su designio generoso y exigente.
Gracias a todos los que recorren esta aventura a través de estas notas de camino, con sus referencias a la vida de todos los días, pero también con citas legendarias que dan cuenta de un itinerario que es mucho más interno, y que han sabido compartir con la fidelidad del que "cree sin haber visto", de los que está unidos sin necesitar comprobaciones ni declaraciones.

guardamos el fuego

guardamos el fuego