A altas horas de la madrugada escuchaba campanadas que se abrieron paso entre el sueño pesado. No venían del fondo del mar como sería en un místico cuento propio de un retiro, tampoco anunciaban catástrofes naturales como sería en una aventura épica en el trópico, menos aún venían del romanticismo de Hemingway...
Mi ventilador de techo girando a una velocidad acorde a la necesidad del peregrino en etapa de descanso fue soltándose poco a poco, de modo que la lámpara adosada a él comenzó suavemente a hacer sonar las ampolletas contra los bordes de metal. Resultado, campanas que tenuemente sonaban entre mis sueños, pero con el paso del tiempo haciéndose notar cada vez más, ¿campanitas de misa en la madrugada?, ¡no puede ser ya el despertador!... hasta que las campanadas fueron tan fuertes que causaron un nada romántico despertar.
Arreglar el mentado invento para noches tropicales no obtuvo resultado alguno, y la alternativa del calor traía pronóstico de igual insomnio... por lo tanto sin tener el alambrito tan chileno, buenos fueron unos calcetines metidos entre las ampolletas y la lámpara. ¡Poco fino, nada romántico, pero muy práctico! En fin, ¡todo por dormir más!
6 comentarios:
Ufff… son sin duda las horas de sueño algo muy preciado. Últimamente trabajante ha estado conspirando para que paseante las obtenga, pero en fin. Ayer, en medio de eso, paseante dio con una verdad: nunca turista, siempre viajero. Grande, no? Anima a desempolvar el pasaporte otra vez!
Viajero siempre.
Peregrino por la vida.
Metoikos!
Sólo que hay que cuidar el exceso de metoikos.
Puede acabar mal.
Puede acabar en sólo querer oír otras voces.
O el silencio.
Todo lo que signifique no hacer.
No estar.
No pensar.
Metoikos tiene sus riesgos vitales...
DORMIR...
Buena la idea de los calcetines, ingenio de un buen chileno, propio de recordar en estas fechas que todo se tiñe de blanco, azul y rojo... Los días se hacen más luminosos y se escuchan las cuecas (la única vez en el año).
Para ti fue el ventilador, para mi es una voz chiquitita que todas las noches llega a pedir un abrazo y un lugar en mi cómoda cama...
Me acuerdo de los días que dormíamos hasta las 2 de la tarde sin que nadie nos despertara...
Nos levantábamos a almorzar en pijama...
Fue una buena etapa de nuestra vida, ahora están los abrazos de los niños y la visita nocturna por malos sueños o simplemente ganas de estar en la cama de la mamá... Rico igual, aunque interrumpan nuestro preciado sueño...
Aprovecha bien a los pas cuando vayan. Con una sana envidia estaré esperando noticias de ustedes.
Un abrazo grande y apretado.
Te quiere,
Pauli (hna. sister)
GRAN PADRIIINOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!
Qué gozo ha sido leer todos estos post en su blog, gozando de cada uno de esos pequeños hermosos detalles que solo un mago grande q se empequeñece ante el abrazo de la Madre puede apreciar. P.Paaaattoo!!! que choro esto. Porfin puedo sentarme dignamente a postear por aca... respectivos saludos y oraciones de esta tierra q esta al mismo oeste y al mismo mar, mirando infinitamente a esa isla misteriosa... hacia donde parten pocos barcos...
Bueno, al tema del sueño, cualquier arreglo vale, es FUNDAMENTAL. Y nada mejor q el arreglo a la chilensis; le da su toque patriotesco en este mes. Y "my preeeccciiooousss" ya vendrá... es algo serio, tiene q ser escogido con mucho mérito!! jaja.
Y bueno, ya a un año de haber vuelto de Colonia.. podria ameritar un viaje...! le voy a mandar una foto muy simpática de Marienfeld..
un abrazo grande!
su pequeña ahijada!!
Luz! (ya que se abrio la posibilidad de comentar...jiji)
Grandes comentarios merecen no sólo una lectura pausada, sino especialmente introspección... desde los recuerdos entrañables hasta la necesidad de emprender nuevas aventuras ameritan ser consideradas debidamente...
Por ahora puedo decir que la compañía de seres queridos ha sido mi mayor alegría, conversaciones del corazón y tranquilos silencios son bienvenidos en estas costas occidentales. Eso nos ha llevado a encontrar un lugar de paz, al ritmo de las olas, a la vista del sol poniente
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