miércoles, octubre 04, 2006

Se busca "my precious"...

Una de las cosas que este peregrino ha buscado durante sus errabundas caminatas por la costa de la Tierra Media, es lograr dar con esa creatura escurridiza que repite sin fin la sisilante frase "my precious"...
Admito que hay múltiples candidatos a tal mérito, pero surgen dudas a cada paso, por eso procederemos a someter el caso a votación popular.

¿Quién se merece el apelativo de My precious?
Candidato nº1:
Reptil herbívoro, vive en los árboles, engulle todo brote a su paso, mudo, mirada despectiva y autosuficiente, golpea con la cola como látigo, tolera la proximidad de sus semejantes, pero es altamente belicosa ante la competencia por algo que echar al buche.
Candidato nº 2:
Pequeño reptil casero y comedor de bichos, cada habitación cuenta con uno, territorial, tímido y escurridizo, casi sin color, ojos brillantes, vive detrás de los cuadros y corre por las paredes, hace un ruido sutil y no molesta nunca, más bien ayuda despachándose a los zancudos, arañas y demases.

Ahí están las posibilidades... se aceptan sugerencias para adelantar la búsqueda. Pero tenemos que decir que otra imagen del candidato nº2 no ha podido ser habida, mientras que el megalómano nº1 puede ser encontrado a cada rato y en toda plaza que se precie, aceptando regaloneos de los visitantes y turistas, o tragándose un árbol...

Parece una pesadilla, ¿no es cierto?

4 comentarios:

tnarrativo dijo...

Con una opinión fundamentada acerca del tema, pues Wien hizo la tarea de los pros y contras damos veredicto: opción 1.
Por aquello de estar en todas, pero no ser de nadie.
Por el espíritu de reptil dueño de local ampliamente amigable.
Por detestar la competencia alimenticia: la comida es mía.
Por ser vestigio de eras pasadas. Eso del recuerdo…
Por ser una mezcla entre dinosaurio y ardilla.
Y finalmente, porque una vez vi a un niño de tiernos 3 años haciendo como iguana y fue lejos lo más notable que he visto.

el gris dijo...

Gracias por los aportes, ayuda a vencer las animosidades que producen estas creaturas, espero tener más opiniones para llegar a una decisión...

Anónimo dijo...

Yo opino que la búsqueda debería seguir en la lejana tierra del este cruzando el océano, donde según narra el libro del Aminòrien viven unos moluscos gigantes que ya parecen reptiles y que han desarrollado cuatro patas y viven bajo colosales caparazones que ocultan su tan negro interior.
Como diría nuestro buen amigo John Bombadil: Aelöndil olorasin zigurat! ¡larailó!

Fernando Luco dijo...

Yo me inclino por el segundo, al menos tiene alguna utilidad... Aunque eso es discutible pues en realidad solo busca su bienestar, luego su semejanza a tan vil creatura parece ser más de lo que a simple vista se nota...

guardamos el fuego

guardamos el fuego