Desde los faldeos del volcán Pichincha en la parte alta de la ciudad de Quito, de visita al Santuario ciudad. Hasta allí llegaron los pasos de este peregrino desde los lares costeños, en cultivo comunitario y sorprendido por los paisajes de estos altos valles de la montañas nubladas.
miércoles, mayo 30, 2007
viernes, mayo 11, 2007
¡Un año recorrido!
Con la bandera en alto, no para dirigir el tráfico (aunque no estaría mal porque es un caos), llegamos a la noche del 6 de mayo, a celebrar un año desde aquél cálido aterrizaje en el delta del Guayas, de aquella primera noche bajo un ventilador de techo, de la curiosa experiencia de estar en la mitad del mundo con nublados inacabables, días iguales a las noches y precipitaciones tanto afuera como adentro...
Un año de tropicalias ensordecedoras, exotismos impactantes, gustos saturadamente chéveres, pero también de gente tremendamente acogedora, humana, profundamente religiosa, respetuosa, abierta, con una riqueza desconocida en otras latitudes, con potencialidades enormes para ser una gran nación... Esta Tierra Media tiene contrastes y tensiones, posibilidades, permite cosechar tres o cuatro veces al año, una diversidad inimaginable... aquí se puede trabajar y dar fruto, ¡aquí vale la pena peregrinar!
Un año de tropicalias ensordecedoras, exotismos impactantes, gustos saturadamente chéveres, pero también de gente tremendamente acogedora, humana, profundamente religiosa, respetuosa, abierta, con una riqueza desconocida en otras latitudes, con potencialidades enormes para ser una gran nación... Esta Tierra Media tiene contrastes y tensiones, posibilidades, permite cosechar tres o cuatro veces al año, una diversidad inimaginable... aquí se puede trabajar y dar fruto, ¡aquí vale la pena peregrinar!
jueves, mayo 03, 2007
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