Nada nuevo bajo el sol...
jueves, junio 28, 2007
Ruidos para todos los gustos
Si algo hay que destacar de esta ciudad intensa de la tierra media, no es su paz y silencio, pues a toda hora hay bocinas, sirenas, alarmas, pitos, timbres sonando para agradar a cualquier oyente interesado. Si lo unimos a los ruidos del tráfico vehicular, frenazos, ronceadas, aceleradas, choques, gritos en todos los tonos, con todos los gestos posibles... A los ruidos de las construcciones y obras que rodean esta humilde demora, aplanadoras, retroexcavadoras, grúas, taladros de suelo, martillazos junto a la ventana de 8 am a 6 pm... Cada uno puede escoger los ruidos que más lo enervan y considerar al resto como un detalle y un descanso antes que empiece el más temido. Si a eso le unimos los aviones despegando periódicamente en los diferentes horarios, en la pista a 2 cuadras de esa misma ventana, como aparece en la foto (que es la vista desde este computador)... digamos que dan ganas de aportar a la contaminación acústica ambiental con denuestos e insultos a todos esos ruidosos vecinos y conciudadanos, pasando uno mismo a confundirse entre ellos. ¡Paz a los hombres de buena voluntad!
domingo, junio 10, 2007
Corpus Christi
Elevamos ofrendas más allá de las cumbres que el propio hombre puede alcanzar, subimos hasta las márgenes de la creación, hasta donde la realidad se nubla porque no podemos ver ni tocar más allá, hasta verdades que se creen sin comprobarlas, que no pueden ser arrebatadas sino sólo recibidas como regalo. Ascendemos por frágiles puentes que pertenecen a esta orilla, pero que nos proyectan hacia la otra. Pan y vino pueden ser ese umbral hacia lo invisible, esa delgada línea que pasamos hacia lo intangible. Ofrecer y recibir, experimentar el encuentro en una comunión que Cristo nos permite porque es hombre y Dios, porque nos hace parte suya en su Cuerpo y su Sangre.
Pan para el camino, Lembas, Eucaristía...
Pan para el camino, Lembas, Eucaristía...
sábado, junio 09, 2007
Montañas verdes
En la cordillera de Vizcaya, cordón lateral de Los Andes, ha tomado su nombre una zona rica en minerales de esta tierra media. Es la Provincia Del Oro. Allí rodeada de montañas, una terraza de orígen incásico recibió la administración española que la transformó en la ciudad de Zaruma.Lugar de lavaderos y minas de oro, de sol matinal, lluvia vespertina y niebla nocturna, mantiene verdes las laderas que los hombres no dejan de rasquetear buscando riquezas.
Hay cultivos de todo tipo, pareciera que las especies de todas las latitudes pueden echar raíces en esta tierra, de acuerdo a la altura del nivel del mar que se las plante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)