Por todo el mundo la Iglesia hace vigilia con Juan Pablo II, el grande, la tierra media también se une en la catedral junto al río, canta y reza en gratitud por su vida, por su ejemplo y testimonio, por la mano firme y cariñosa que guió como buen pastor. Hace 26 años peregrinó también por estas latitudes, recordamos y repetimos su TOTUS TUUS MARIA, lo hacemos nuestro y volvemos a consagrarnos a Ella, Señora de la Luz y Madre de los pueblos, pedimos que nos tenga bajo su manto, especialmente a los dolientes, a la tierra media que vacila entre los grandes poderes de nuestro tiempo.
Por eso, como hace 6 años en esos días de despedida y nostalgia, ahora con emoción y convicción,volvemos a gritar ¡Santo súbito!
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