Siguiendo los pasos del Papa en su visita al Sacro Cuore en Roma, este cronista no puede dejar de postear esta imagen que los medios han enviado. La madrugada del 20 de enero salía el Padre Kentenich de su incertidumbre y se entregaba al difícil camino de peregrinación que lo llevaría a Dachau, quizá al exterminio como tantos hermanos y hermanas seguidores de la primera alianza. Nuestra alianza, la nueva y eterna, que se actualizará con el "nada sin ti, nada sin nosotros" del 18 de octubre, lleva también al 20 de enero por un sendero de luz en medio de la oscuridad. Como entonces, también ahora. Francisco no va solo. Nosotros tampoco.
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